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Brasileña Oi subasta su red móvil con Vivo-Claro-TIM como primer licitador

La empresa de telecomunicaciones Oi, la mayor operadora de telefonía fija en Brasil y que se encuentra en proceso de recuperación judicial, subastará mañana, lunes, su red de telefonía móvil, en la que se prevé que el consorcio integrado por Vivo, Claro y TIM sea el único pujador.

Pese a las expectativas del mercado de que la subasta pueda atraer otros competidores, y así aumentar la oferta, la puja debe contar con tan solo la propuesta del consorcio conformado por las subsidiarias en Brasil de la española Telefónica, que opera en el país bajo la marca Vivo, la mexicana América Móvil (Claro) y Telecom Italia (TIM), que consolidaron su posición de “primer licitador”.

El trío de operadores garantizó esa condición tras elevar la oferta por los activos móviles de Oi hasta los 16.500 millones de reales (unos 3.274 millones de dólares), lo que le da derecho a igualar cualquier otra oferta que se presente.

De ese valor, 756 millones de reales (150 millones de dólares) corresponden a los servicios transitorios que serán prestados por Oi a los oferentes durante 12 meses.

OFERTA CONJUNTA SUPERA EN UN 10% EL MÍNIMO REQUERIDO POR OI

El pasado 17 de junio, Oi anunció que el precio mínimo por los activos de su red de telefonía móvil sería de 15.000 millones de reales (2.976 millones de dólares) y que los vendería al mejor postor.

La compañía Highline Brasil, una empresa que ofrece infraestructuras para telecomunicaciones controlada por el fondo estadounidense Digital Colony, fue la primera en anunciar su interés por las operaciones de telefonía celular de Oi.

Llegó a firmar en julio pasado un acuerdo de exclusividad por el mínimo requerido, pero desistió de pujar tras el consorcio Vivo, Claro y TIM elevar su oferta hasta los 16.500 millones de reales.

La renuncia dejó el camino despejado para que el consorcio acuda sin rivales a la subasta y se repartan los activos móviles de Oi.

La operación, según analistas, contribuirá al desarrollo y competitividad del sector de telecomunicaciones brasileño, actualmente liderado por Vivo con una participación de cerca del 30%, al tiempo que implica una buena solución para Oi, en concurso de acreedores desde 2016.

Oi se acogió a la ley de quiebras en Brasil para poder seguir operando en el país y, desde entonces, ha intentado reorganizar con sus acreedores el pago de deudas por valor de 64.000 millones de reales (unos 12.698 millones de dólares al cambio de hoy).

OJO PUESTO EN EL 5G

Según los expertos del mercado, la subasta por la operación de la telefonía móvil de Oi deberá contar tan solo con la presencia del consorcio integrado por Vivo, TIM y Claro porque, entre otras razones, las tres operadoras ya han garantizado su participación en las pujas por el 5G que deberán celebrarse el año que viene.

Brasil pretende realizar en el primer semestre de 2021 una de las mayores subastas de frecuencias de quinta generación ya realizadas en el mundo.

La subasta otorgará derechos sobre cuatro diferentes bandas de radiofrecuencia (700 MHz, 2,3 GHz, 3,5 GHZ y 26 GHz), lo que, considerando que se trata de un país con dimensiones continentales y un mercado de 212 millones de habitantes, convierte el concurso en uno de los mayores del mundo en el sector.

Así las cosas, las subsidiarias brasileñas de Telefónica (Vivo), América Móvil (Claro) y Telecom Italia (TIM), las tres mayores operadoras en el gigante suramericano, necesitan asegurar nuevas bandas de operación para esa tecnología.

OI ESPERA RECAUDAR CASI 27 MILLONES DE REALES CON SUBASTAS

En su última asamblea, celebrada el pasado septiembre, los acreedores de Oi aprobaron un plan de venta de activos por más de 38.000 millones de reales (unos 7.540 millones de dólares), agrupados principalmente en la red de telefonía móvil, en la red de fibra óptica y en sus 637 torres de telefonía móvil.

La intención de la compañía, que espera recaudar unos 26,9 millones de reales (unos 5.337 millones de dólares) en subastas, es deshacerse de gran parte de sus activos para centrarse en su actuación tan solo en la banda larga y la telefonía fija.

Además de la subasta por los activos de la red móvil, la empresa vendió el pasado 26 de noviembre por 1.067 millones de reales (211,7 millones de dólares) sus 637 torres de telefonía móvil, adjudicadas por Highline Brasil, y cinco centro de datos, rematados por Piemonte Holdings por 325 millones de reales (64,5 millones de dólares).

Oi también tiene previsto poner en venta su unidad de fibra óptica, para la cual fijó un precio mínimo de 20.000 millones de reales (unos 3.968 millones de dólares).