El Congreso de México ha remitido al Poder Ejecutivo la reforma que elimina varios organismos autónomos, incluyendo el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Esta decisión redistribuirá sus funciones entre la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), la Secretaría de Economía y un nuevo organismo denominado Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones.
La Agencia será responsable de desarrollar y controlar las políticas en telecomunicaciones y radiodifusión comercial, mientras que la SICT se encargará de regular las radios comunitarias e indígenas. La Secretaría de Economía asumirá las competencias relacionadas con la regulación de mercado para combatir la concentración de servicios, según explicó Claudia Sheinbaum, principal promotora de la reforma.
Severos Recortes Presupuestales
Aunque la transición formal de facultades tomará 180 días tras la aprobación de las leyes secundarias, el IFT ya enfrenta un drástico recorte presupuestal. Para 2025, el organismo recibirá solo 500 millones de pesos mexicanos (aproximadamente 24,5 millones de dólares), lo que representa una reducción de más del 70% respecto a lo solicitado y menos del 10% de su presupuesto en 2014.
El IFT advirtió que esta disminución “compromete proyectos cruciales en favor de los usuarios, las comunidades indígenas y la inclusión digital”. En un comunicado, expresó su preocupación por el impacto que los recortes tendrán en su operación y en el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales.
Implicaciones del Cambio
La desaparición del IFT marca un punto de inflexión en el modelo de regulación de México. Si bien el rediseño busca mayor eficiencia y reducción de costos, surgen dudas sobre el impacto en la autonomía regulatoria y la competitividad del sector.
El éxito de esta reforma dependerá de cómo las nuevas entidades asuman las responsabilidades transferidas y gestionen los desafíos del dinámico mercado de telecomunicaciones y radiodifusión.
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