La cooperación transatlántica en tecnología es “vital”, afirmó el presidente de Google Europa, Matt Brittin, en una entrevista con la Agencia EFE, en la que llamó a la Unión Europea y Estados Unidos a cooperar frente al modelo de internet que promueve China.
“Este momento es realmente importante para la cooperación transatlántica. La asociación transatlántica en tecnología es vital”, subrayó Brittin.
En una entrevista por videoconferencia, señaló que los europeos y los estadounidenses comparten “muchos valores similares en relación a internet”, sobre cómo quieren “que funcione un internet abierto, que proteja la privacidad y que permita la innovación”.
Según Brittin, el modelo que promueve China “es muy exitoso, pero tiene un valor diferente en aspectos como la privacidad de los usuarios, los derechos de los ciudadanos, la identidad o la libertad de expresión”.
El presidente de Google Europa ligó este debate al “movimiento geopolítico” del último año, “que es un desafío”.
“¿Queremos un internet que proteja los valores europeos? ¿Los estadounidenses? ¿Cuáles son las diferencias?”, se preguntó.
BRUSELAS Y LEYES ANTIMONOPOLIO
“Es muy importante que estemos teniendo debates como este sobre las nuevas reglas de juego”, dijo Brittin, y en este sentido mostró su descontento con la Ley de Mercados Digitales y la de Servicios Digitales que se están negociando actualmente en Bruselas y que combaten el poderío económico que tienen gigantes tecnológicos como Google, Amazon, Facebook o Apple.
Las nuevas normas prohíben a las grandes empresas de internet combinar datos personales de los usuarios adquiridos a través de diversas fuentes o permiten a los comerciantes hacer ofertas en webs alternativas a las de las grandes plataformas digitales, a pesar de que tengan acuerdos con ellas.
Si los gigantes de internet incumplen las normas antimonopolio tres veces en un periodo de cinco años, la Comisión Europea podrá fragmentar las empresas.
Brittin reprochó también la propuesta que se está debatiendo en la Eurocámara para prohibir la publicidad personalizada en internet, el principal negocio de la compañía que fundaron Larry Page y Serguéi Brin en 1998.
“Si se aprueba, el impacto será mayor para los creadores de contenido, los periodistas, los desarrolladores de apps, toda la gente que se beneficia hoy en día de la publicidad”, dijo Brittin
“La razón por la que internet es abierto y asequible hoy en día o por la que los servicios que disfrutas son gratis, es la publicidad”, agregó.
“Si pasamos de una publicidad personalizada a una que por completo no lo sea”, los consumidores “la odian porque es spam e instalan bloqueadores, lo que impide cobrar” a las empresas “y nos impide cobrar a nosotros por nuestra innovación”, comentó el presidente de Google Europa.
“Veo titulares que dicen que los datos son el nuevo petróleo y obviamente esto no es verdad. Nosotros estamos creando datos a un ritmo enorme. (…) Creo que los datos son más parecidos al oxígeno para que innoven las empresas competitivas”, puntualizó.
Brittin defendió la geolocalización en los dispositivos móviles, especialmente durante la pandemia de la covid.
“En la pandemia, la gente ha estado buscando más empresas locales. En parte porque querían apoyarlas”, destacó Brittin y puso el ejemplo de restaurantes que informaban sobre las horas en que se podía ir a recoger la comida o las horas de apertura de los locales.
“Este tipo de cosas han sido absolutamente vitales para pequeñas empresas y consumidores”, agregó.
Brittin compartió la necesidad de “actualizar las normas europeas” porque “tienen veinte años de antigüedad”, y aceptó que las grandes empresas tienen “más responsabilidad”, pero descartó que las nuevas normas antimonopolio sean la forma de hacerlo.
“¿Por qué (Europa) no tiene un Google, un Apple, un Facebook o un Amazon? En parte porque no tiene un mercado digital común”, consideró.
“Hemos sido muy lentos en implementar lo que se necesita para que crezcan las empresas europeas. Y conocemos bien a estas empresas porque utilizan nuestras herramientas”, aseguró Brittin.
IMPUESTO DE SOCIEDADES
En cambio, sí celebró el acuerdo alcanzado en el G7 para reformar el sistema fiscal global, con un impuesto de sociedades de al menos el 15 % y que ayer respaldaron 130 países.
“Hemos defendido durante diez años que las reglas globales tienen que simplificarse. No tienen sentido para el ciudadano medio. Por eso nos complace que exista la posibilidad de una reforma internacional”, comentó.
“Pagamos la mayoría de nuestros impuestos en Estados Unidos. El debate gira entorno a si el pastel debe dividirse más de acuerdo con el lugar donde se encuentran los ciudadanos”.
“Hoy en día cumplimos las normas absolutamente. Las cumpliremos cuando cambien”, subrayó Brittin.
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