Chile abre la puerta al servicio satelital directo al móvil

Subtel modifica su plan de espectro y marca un precedente regional
Subtel modifica su plan de espectro y marca un precedente regional

La Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) de Chile acaba de dar un paso que podría redefinir el uso del espectro en América Latina. A través de un decreto publicado en el Diario Oficial, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) incorporó la Nota 104 al Plan General de Uso del Espectro Radioeléctrico, autorizando el uso secundario de varias bandas IMT para el servicio Direct-to-Device (D2D), también conocido como satélite-a-móvil directo.

Con esta medida, Chile se convierte en uno de los primeros países de la región en adaptar su normativa para permitir que teléfonos convencionales se conecten directamente con satélites, sin necesidad de antenas terrestres o equipos especiales. El decreto habilita a los operadores de servicios móviles por satélite (MSS) a usar, bajo ciertas condiciones, bandas que tradicionalmente estaban reservadas para comunicaciones móviles terrestres. Entre ellas figuran los rangos 700 MHz, 850 MHz, 1.7 GHz, 1.9 GHz, 2.1 GHz y 2.6 GHz, todos clave para la expansión de las redes 4G y 5G.

Sin embargo, el carácter “secundario” de esta atribución implica una convivencia delicada: los sistemas D2D no podrán causar interferencias a los servicios móviles existentes ni reclamar protección si las sufren. En otras palabras, podrán operar siempre que no molesten al vecino.
Subtel aclaró que esta modificación no afecta las concesiones vigentes y que, en una segunda fase, emitirá las normas técnicas que definirán cómo coexistirán los sistemas satelitales y los terrestres en esas mismas bandas.

La decisión llega después de una serie de pruebas realizadas en la Región de Atacama, donde Entel y Starlink lograron establecer las primeras llamadas satelitales directas desde teléfonos móviles comunes, demostrando la viabilidad técnica de esta tecnología en zonas rurales y desérticas.

El cambio no es menor: abre la posibilidad de ofrecer cobertura de emergencia, conectividad en áreas remotas y servicios IoT de baja latencia sin infraestructura terrestre, todo dentro de las bandas más valiosas del espectro móvil.

Con este ajuste, Chile no solo se posiciona a la vanguardia de la innovación regulatoria, sino que también plantea un desafío a los países vecinos: ¿están sus marcos de espectro listos para recibir el futuro híbrido entre redes terrestres y satelitales?