En el marco del Mobile World Congress 2025 (MWC) celebrado en Barcelona, referentes del ecosistema digital latinoamericano coincidieron en la necesidad de reformar el marco regulatorio para garantizar un desarrollo digital sostenible e inclusivo. El debate, impulsado por la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET) con apoyo de Vrio Corp, puso sobre la mesa los desafíos que enfrenta la región en materia de inversión, regulación y acceso equitativo a internet.
Uno de los puntos más críticos abordados fue la salida de Telefónica de Argentina y otros mercados latinoamericanos, considerada un ejemplo emblemático de la presión que enfrentan los operadores tradicionales. Estas empresas, que construyen y mantienen la infraestructura digital, ven reducida su rentabilidad frente a plataformas globales (como Meta, Alphabet, Netflix o Apple), que generan ingresos exponenciales sin aportar proporcionalmente al desarrollo de redes locales.
Según un estudio presentado en el evento, América Latina requiere inversiones urgentes por 49.000 millones de dólares entre 2024 y 2025 para cerrar brechas digitales, ampliar la capacidad de tráfico de datos y modernizar sus redes. La urgencia se agrava si se considera que 220 millones de personas aún permanecen desconectadas, según cifras del Banco Mundial, y que más de 53 millones carecen de habilidades digitales básicas en países como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
El informe —titulado “Contribución del conjunto del ecosistema digital al desarrollo sostenible de infraestructura de telecomunicaciones” y elaborado por el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (cet.la)— advierte sobre la creciente pugna por el valor económico generado en internet entre los operadores y las plataformas OTT (Over The Top), que utilizan las redes sin invertir en ellas. Esta situación crea una grave asimetría fiscal y regulatoria: mientras las telecos locales afrontan altos impuestos y estrictas normativas, las plataformas digitales globales operan con mayor flexibilidad y escasa carga fiscal.
Durante la mesa redonda “El final de las asimetrías”, reguladores, representantes ministeriales, empresas del sector y expertos de países como Uruguay, Brasil, Colombia, Costa Rica y República Dominicana acordaron que es necesario “nivelar el campo de juego” mediante una revisión profunda del marco normativo, reducción de cargas fiscales para los operadores locales y adecuación de las obligaciones de las grandes plataformas digitales.
El consenso fue claro: sin un entorno más justo y equilibrado, será imposible sostener las inversiones que demanda el desarrollo digital de la región, lo que perpetuaría la exclusión social y económica de millones de ciudadanos.
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