Asiet, Asomóvil y Andesco realizan recomendaciones para Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá

El POT requiere modificaciones que sitúen a la conectividad como el aspecto principal para el desarrollo digital de la ciudad
El POT requiere modificaciones que sitúen a la conectividad como el aspecto principal para el desarrollo digital de la ciudad

El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) presenta una oportunidad única para delinear los próximos 12 años de la ciudad de Bogotá y debe contar con una hoja de ruta clara y precisa para apostar por el desarrollo digital. La conectividad, en ese sentido, debe ser un elemento clave y esencial porque asegura mejores condiciones de vida, educación, salud y empleo para los ciudadanos bogotanos.

El despliegue de infraestructura de telecomunicaciones es el elemento clave para aumentar la conectividad de la ciudad. Por ello, es importante que el POT cuente con reglas que consideren las necesidades técnicas que se requieren para que el despliegue sea efectivo y para que la conectividad sea posible. Es importante comprender que los diversos usos que se le da al espacio público para instalar antenas, así como los distintos tipos de antenas, torres y demás elementos necesarios para el ejercicio del despliegue de infraestructura, responden a elementos técnicos, que si se desconocen impactan en la señal transmitida y en la calidad y alcance de la misma. Es por esto, que el POT no debe desatender estas necesidades ni limitar los espacios ni las formas en que se realiza el despliegue. Del mismo modo, es clave que los permisos que se otorguen para el uso del espacio respondan a procedimientos eficaces para evitar demoras en el despliegue. Dicho de otra forma, imponer barreras artificiales al despliegue de infraestructura resulta inevitablemente en barreras de acceso para los usuarios de los servicios de telecomunicaciones.

En este sentido, la pandemia ha demostrado no solo la resiliencia del sector, que continuó invirtiendo incluso con altos niveles de morosidad y fuertes picos de demanda, sino la importancia que implica estar conectado para darle continuidad a actividades esenciales como la educación, la salud, el trabajo y la relación con los gobiernos. En Bogotá, 1 de cada 3 hogares no tiene acceso a internet fijo y cuando inició la pandemia 4 de cada 10 estudiantes no tuvo acceso a dispositivos y conectividad.

Las ciudades inteligentes se soportan en la tecnología y la conectividad para ser más productivas, sostenibles e innovadoras. El despliegue de infraestructura es clave para alcanzar los niveles esperados para la ciudad, sin embargo en Bogotá hay menos de una antena por cada 1.600 habitantes, números muy por debajo de la media regional.

Para potenciar el desarrollo de la ciudad, se sugiere:

  • Reconocer que el Internet es un servicio público esencial que garantiza derechos fundamentales. Como tal, deben adoptarse políticas que fomenten la provisión de este servicio, en lugar de establecer barreras que limiten el acceso de los ciudadanos.
  • Comprender que los servicios de telecomunicaciones por su carácter de servicios públicos, no se aprovechan del espacio público, sino que lo usan o intervienen como los demás servicios públicos para asegurar la provisión del servicio de manera universal. Por lo tanto, se deben revaluar varias propuestas que son inviables legal y económicamente. Hoy existen pretensiones recaudatorias para uso de infraestructura de la ciudad que deben ser revisadas si se pretenden alcanzar niveles de conectividad a la altura de los países más desarrollados. Se debe fomentar el despliegue de infraestructura, dado que las redes de telecomunicaciones son la forma de llevar conectividad a los no conectados.
  • Entender que el establecimiento de reglas para el despliegue, como lo son la restricción de instalación de infraestructura en andenes de cierta dimensión, la obligación de instalación de antenas en predios únicamente privados en ciertas zonas, obligaciones de mimetización y subterranización, entre otras, representan barreras que afectan el ejercicio adecuado de despliegue de infraestructura y con ello la provisión de los servicios para los usuarios.
  • Cualquier costo adicional o barrera al despliegue mina la capacidad de acceso de los habitantes y la digitalización de Bogotá. Se recomienda establecer condiciones ágiles y simples para la regularización de la infraestructura existente, con plazos razonables no menores a 5 años.

El carácter técnico que debe tener el plan queda de manifiesto en las recomendaciones emitidas por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), en base al presentado por la Alcaldía de Bogotá ante el Consejo de Planeación Territorial Distrital (CPTD). El ente regulador y diversas organizaciones del sector han emitido propuestas de mejora al POT con el ánimo de contribuir al futuro desarrollo digital de la ciudad.

Para Maryleana Méndez, Secretaria General de ASIET, “es importante resaltar que para alcanzar los niveles requeridos de conectividad por parte de la ciudadanía se necesita de la expansión de la infraestructura de telecomunicaciones; estar conectados es indispensable, porque sin conectividad no hay digitalización, la digitalización  es fundamental tanto para la reactivación económica,  como para la mejora de la productividad y la continuidad de las actividades cotidianas que han migrado al mundo virtual. La transformación digital requiere implementarse de forma inclusiva, asequible y con calidad, y por tanto debe ser considerada como base del POT que está siendo tratado hoy en Bogotá para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y apostar por el desarrollo integral de la ciudad”.

Por otra parte, Samuel Hoyos, Presidente de Asomóvil, afirma que: “la industria de telecomunicaciones está abordando un desafío enorme de financiación para llevar conectividad a todas las zonas no atendidas y rurales, y avanzar en actualización tecnológicas de sus redes. Pero estos esfuerzos los proveedores no lo pueden hacer solos: necesitan que la infraestructura de la ciudad soporte y facilite el despliegue que requiere una Bogotá Ciudad Inteligente, que según Small Cell Forum requerirá 3 veces el número de antenas que hoy tenemos, para conectar sistemas inteligentes que facilitarán la gestión de la ciudad y mejorarán la calidad de vida de sus habitantes. Si de verdad queremos que la capital mejore su competitividad nacional e internacional, debe atraer inversiones dirigidas a la conectividad, y eludir restricciones técnicas y costos innecesarios que solo nos alejan de ese objetivo”.

“El Plan de Ordenamiento Territorial, debe reconocer la deficiencia de infraestructura de comunicaciones dadas por, entre otras, las limitaciones económicas, administrativas y asimetrías normativas al despliegue de dicha infraestructura. Los ejes fundamentales en torno al cual se propone y debe girar el Plan de Ordenamiento Territorial son: Promoción del acceso a nuevas tecnologías hacia la transformación digital; Tratamiento equitativo de las telecomunicaciones frente a otros servicio públicos y esenciales; Eliminación de restricciones normativas al despliegue y; Simplificación y flexibilización de trámites de permisos y regularización. Esta es una oportunidad de oro para Bogotá, para seguir su camino de convertirse en ciudad inteligente.  Si el POT es la carta de navegación debemos considerar que no podemos navegar sin conectividad, no permitamos que nos deje el tren de la modernidad”, dijo Camilo Sánchez, Presidente de la Asociación Nacional de Servicios Públicos y Comunicaciones – Andesco.